viernes, 9 de junio de 2017

Cómo leer a Sade

El marqués de Sade es un autor mucho más complejo y sugerente que un simple escritor de fantasías sádico-sexuales. Pero para entender esto hay que sumergirnos en su contexto, en su obra y en su biografía. Sade, aunque noble, fue participante de la revolución. Más aún, su propio espíritu plasmado en sus obras nos deja ver a una persona de naturaleza rebelde hasta la raíz. Ateo, y de un espíritu incluso moderno, confía más en la ciencia y en la naturaleza que en la superstición religiosa. Así pues, la primera pista para una lectura del Marqués de Sade es entender su espíritu revolucionario.

Con su obra, Sade nos deja observar verdades intuidas pero no reveladas. Manejada con poca discreción, podemos entrever que la élite social tiene sus “propias” ideas, valores y preceptos de acuerdo a su “estilo de vida” tan distinto del vulgo. De esta manera, no solo podemos hablar de una sociedad con una doble moral, sino que incluso, esa doble moral es producto de una distinta educación según la cuna de donde provenga cada individuo. Mientras que las masas son “esclavizadas” moralmente por una ética religiosa culposa e inquisitiva. Los grupos privilegiados como el alto clero, el ejército y la nobleza (mundos en los que crece, vive y por ende, conoció bien Sade) tienen una educación paralela donde una moral permisiva los guía a complacer y saciar únicamente sus apetitos personales sin ningún tipo de consideración por los demás. Esta doble educación es la que desprecia a una religión que condena, persigue y reprime al ser humano hasta los rincones más íntimos de su ser y su sexualidad. El individuo así, es extirpado de toda voluntad auténtica y es reprimido por la auto-condena más severa y cruel. Sin embargo, para la élite es todo lo contrario. El camino que se enseña es el de procurar la expansión de mi ser en la satisfacción de todo tipo de apetitos. Es el ser sin límite expandido hasta la locura psicópata que no encuentra saciedad ni límite. Como no encuentra la mínima empatía con los demás.



Las referencias de Sade a este tipo de vida y moral por parte de la aristocracia, el alto clero y la cúpula del ejército, no deberíamos de limitarla simplemente a la mera fantasía personal del autor. Sobre todo si recordamos la licenciosa vida de los emperadores, patricios y capitanes romanos. Basta con mencionar a la dinastía julio-claudia para encontrar antecedentes directos del comportamiento de los personajes de Sade. De tal suerte que, no es absurdo el pensar que tal comportamiento se pudo haber seguido hasta las cortes europeas que son herederas directas del imperio romano. Pero el desenfreno de los emperadores romanos no es, de ninguna forma, el único antecedente de esta moral libertina y sádica, pues en el mismo vaticano encontramos numerosos casos de cardenales, incluidos los papas, cuya vida licenciosa escandalizó hasta el extremo a una sociedad romana acostumbrada a todo tipo de excesos. Al grado de que arrastrar el cuerpo del Papa Juan XIV por los horrores y escándalos que cometió en vida.

Ahora bien, bajo los supuestos anteriores es que nos preguntamos qué quería reflejar verdaderamente Sade en sus personajes. Sobretodo en aquellos que pertenecen al alto clero, al ejército o a la nobleza y cuya existencia está totalmente entregada a satisfacer su placer.

Tendríamos que subrayar la intención pedagógica en la obra sadeana, que en algunos casos puede ser intuida e implícita como en el caso de Justine o Juliette, o en algunos otros  puede ser mas explícita como en la Filosofía de tocador. De manera personal creo que Sade tiene esa firme intención en su obra de, no solo denunciar la doble moral de la sociedad, sino de "re-educar" a sus lectores para abandonar la moral judeo-cristiana castrante, culposa y cercenadora de todo verdadero brillo en el ser humano. En este sentido podemos marcarlo como un antecedente de la crítica nietzscheana también a la moral judeo-cristiana y su propia propuesta moral a partir de la tragedia. Ciertamente, el alcance intelectual de los escritos de Sade son pocos si los comparamos con el trabajo de Nietzsche; Sin embargo, la claridad intelectual hacia el rechazo a la moral judeo-cristiana y la educación vulgar, es algo muy patente.

Si Sade tiene una intención mas o menos pedagógica en su obra, ¿cuál es el mensaje que quiere transmitir? ¿Cuáles son las ideas, valores éticos y estéticos, sobre los cuales desea re-fundar a los seres humanos? Siguiendo el paralelo con Nietzsche, encontramos en Sade una suerte de aristocracia espiritual (espiritual no en el sentido religioso, sino en el sentido de actitud e incluso capacidades intelectuales). Dicha aristocracia se conforma por quienes son capaces de abandonar esa moral castrante, esa moral diseñada para la sumisión y la culpa, y pueden abrazar una moral vital, que cae en los excesos propios de la psicopatía.



De tal suerte que en Sade podemos encontrar todo, menos ficción a nuestro parecer. Efectivamente, la plebe y la nobleza tenían vida muy distinta y, por tanto, su educación y sus ideas debían ser distintas. Ciertamente, en las altas esferas del poder social y político la influencia de la iglesia era y es muy poderosa. Pero no debió de resultar falso que en la intimidad “educaran” a sus propios vástagos según su opulencia y excesos, de manera que hubiera una moral que justificara lo que comúnmente sería condenado por las ideas vulgares (para el vulgo, la masa) de la iglesia católica-romana.

LA DOMINACIÓN BDSM COMO ARTE

¿Qué significa para mí dominar en el contexto BDSM? ¿Qué espero de este rol? En este texto, únicamente hablo de mi experiencia y mis propias expectativas, sin que pretenda en ningún modo ser un texto didáctico, o que de alguna manera dicte qué y cómo deben comportarse los demás. Para mí, el BDSM, al igual que otras artes, es un camino de búsqueda muy personal, donde no todos encontramos lo mismo porque no todos buscamos ni caminamos los mismos lugares. De ahí que la interpretación de cada quien para mi es igual de respetuosa y válida, según sólo la autenticidad y compromiso que cada uno hace consigo mismo. Así pues, sólo comparto mi camino y mis encuentros, mis hallazgos.

Así pues, para mí, dominar en el ámbito BDSM es algo cercano a un artista, a un músico o un escultor más concretamente, puesto que tu pareja pone en tus manos su sumisión para algo, por algo. Nadie adopta un rol sumiso desinteresadamente. De igual forma, nadie toma un rol dominante sin ningún interés. Es obvio que ambos buscamos algo, fundamentalmente placer. El placer, que puede ser interpretado desde muy distintas formas, evidentemente, pero que a final de cuentas se resume en algo que nos conforta, que nos hace sentir gozo e incluso felicidad. De ahí que se da una relación dialéctica entre sumisa y amo (o sumiso y ama y las variantes más diversas en que exista un intercambio de poder). El sumiso obtiene placer al someterse a su amo. Al obedecerle y complacerle. Pero de igual forma, el amo busca justamente producir ese placer en su sometida o sometido. No se golpea en contra de la voluntad de la persona, sino porque sabemos justamente que eso le da placer a nuestra pareja. En ese sentido, no buscamos como dominantes, al menos no yo, hacer un daño o producir un dolor sin otro objetivo que el dolor mismo. No. Lo que se busca es generar en nuestra sumisa un mar de sensaciones, emociones y hasta de experiencias que le permitan llegar no solo al gozo sino a la felicidad y, por qué no, a la liberación. Liberación del líbido, pero también, liberación del deseo en su sentido más espiritual, psicológico y hasta estético.

Tener una sumisa en mis manos, independientemente de las técnicas que utilice, significa que me han depositado su voluntad, sus deseos y fantasías, para que yo produzca justamente una experiencia en esa persona. Una experiencia desde el roce de su piel, su cabello, hasta el éxtasis más frenético y más profundo, o la entrega más absoluta en un momento muy cercano a la devoción.

George Bataille nos habla en “Las lágrimas de eros” cómo la pulsión erótica y la pulsión de muerte pueden llegar en un momento dado a fundirse para provocar una experiencia ciertamente mística y liberadora. No solo de los tabúes personales, sino incluso en un sentido más profundo, de nuestro propio ser, revelándonos ciertas verdades místicas reservadas en los antiguos cultos mistéricos, por ejemplo. Y es, en ese sentido, que mi papel como dominante es conducir a mi sumisa a dicha revelación, a dicho encuentro. En un camino que, por supuesto, no es personal sino en conjunto. De tal suerte que se dé la dialéctica de la que hablaba arriba, su placer es mi placer y viceversa. Su liberación es la mía. Puesto que el camino que recorremos, independientemente del rol que cumplamos, es el mismo, son las dos caras de la misma moneda.



Así pues, no domino sobre la nada, sino a partir y con una persona real, concreta, que tiene miedos y fantasías personales, que debo entender y descubrir, para producir esas sensaciones y experiencias que busco. Y en ese sentido es que se convierte en “la materia moldeable” para que como una escultura, se libere la figura que está en el fondo de la roca. Y así como el músico verdadero entiende que ningún instrumento es igual a otro, aunque parezcan los mismos, me esmero en entender quién y cómo es la mujer que tengo en mis manos. Qué pasa si toco tal punto, qué tipo de sonido produce, qué tipo de nota sale de su ser. Qué tipo de música tiene en su interior y hasta dónde puede llegar. Pero de igual manera que el músico, al tocar su instrumento, al ejecutar su sinfonía, él mismo se está liberando en este proceso. Él mismo está viviendo su propio camino de sublimación, placer y liberación espiritual, estética y psicológica, como habíamos dicho antes.


Es en ese sentido que personalmente entiendo la dominación BDSM como un arte, como una acción encaminada no sólo a producir un placer sexual, sino erótico. Algo que comprometa lo más profundo de nuestro ser. Un camino de encuentro y liberación conjunta.

domingo, 5 de marzo de 2017

LEALTAD Y FIDELIDAD


El maestro Ricardo Garibay cuando le preguntaron si él era fiel respondió de la siguiente forma:
"Si soy fiel. Pero me importa más ser leal. La fidelidad es de la cintura para abajo. En cambio la lealtad es de la cintura para arriba." En el mundo BDSM como en el resto de nuestras actividades, debemos procurar nunca ser desleales; Es decir, actuar siempre con lo que está arriba de la cintura, con el corazón, con las vísceras pero siempre guiados con el cerebro.

Y no se me ocurre ningún ejemplo que ilustre más la lealtad que la historia de la genealogía de la sangre, de Hagakure, que ya poste anteriormente (http://iaccobondage.blogspot.mx/2017/03/las-raices-el-arbol-genealogico-del.html) Un amo debe ser tan leal con su sumisa, como el ejemplo del valiente samurai. No hay medias tintas, no hay lugar para ambigüedades.


Shunga - Hand Painted ( Part 3) - Ofer Shagan Collection 手描きの春画 パート3- オ...

viernes, 3 de marzo de 2017

HAGAKURE. LAS RAÍCES



Las Raíces

El árbol genealógico del Señor Soma, sobrenombrado el Chiken Marokoshi, era el más elaborado del Japón. Un año en el que su hacienda se incendió y estuvo a punto de ser destruida, el Señor Soma dijo: "Incluso si la casa, los muebles y todo el resto es destruido, no lo lamentaré porque son cosas que se pueden reemplazar. Lo único que lamentaré es no haber podido salvar mi árbol genealógico, que es un tesoro de familia de lo más precioso." Allí estaba un Samurai y dijo: "Voy a entrar en la casa y traerlo." El Señor y los demás se pusieron a reír, diciendo: "La casa es ya pasto de las llamas, ¿cómo lo conseguiréis?" Aquel hombre no había sido jamás muy hablador y no había sido particularmente diligente pero era alguien que iba hasta el final en todo lo que hacía. Dijo también: "Hasta ahora no he sido de una gran utilidad a mi amo, porque no he sido muy cuidadoso, pero he vivido con la idea de que un día mi vida podría ser útil. Me parece que este momento ha llegado."

Entonces se lanzó a las llamas. Cuando el incendio fue apagado, el amo ordenó: "¡Que se encuentre su cadáver! ¡Qué gran pérdida!" Después de haber buscado por todas partes, se descubrió su cuerpo en el jardín próximo a los apartamentos; cuando se le dio la vuelta, salió sangre de su vientre. El Samurai se había abierto el vientre y en él había colocado el documento para que permaneciera intacto. A partir de ese día, se sobrenombró este documento "la genealogía de la sangre". En el Koyogunkan, alguien dijo: "Cuando estoy frente al enemigo, siempre tengo la impresión de que penetro en las tinieblas y a causa de esto he sido herido gravemente... sin embargo, vos que habéis combatido con tantos hombres valientes jamás habéis sido herido. ¿Cómo es posible esto?" El otro contestó: "Cuando me enfrento con el enemigo, es desde luego como si penetrara en las tinieblas. Pero enseguida tranquilizo mi mente, todo se vuelve como una noche iluminada por la pálida Luna. Si ataco en este momento, sé que no seré alcanzado." Esta es la situación en el  momento de la verdad.