K-K-K (Kinomichi-Kinbaku-kabuki)
miércoles, 24 de enero de 2018
miércoles, 10 de enero de 2018
juegos con sangre en el BDSM
Los juegos con sangre son algo que a muchos de los practicantes BDMS nos resultan sumamente atractivos. Algunas prácticas y sugerencias para ello pueden ser las siguientes:
Abrasión: Puede realizarse con diferentes tipos de instrumentos, desde un cepillo, papel de lija, ralladores de metal, tenedores, etc.
Arañazos:Es una forma de abrasión. Hay que cuidar que las uñas estén bien recortadas, no estén mordidas y extremar las medidas de higiene pues siempre quedan restos de sangre y piel.
Cortes:Es uno de los juegos que puede causar cierto temor o rechazo entre personas que no lo conocen suficiente, pero que también es muy apreciado tanto por amos como por sumisas, pues pueden dejar una marca de propiedad. Pueden ser realizados con diferentes instrumentos: navajas, bisturíes, cuchillos, etc. Entre otros consejos hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones: tener a la mano productos desinfectantes y antisépticos para limpiar una herida o poder parar una hemorragia. Usar guantes hipoalergénicos a la medida, pues cuando suelen quedar grandes es mas difícil el control de los instrumentos de corte. Practicar con una naranja los diferentes tipos de cortes y profundidad de los mismos. Evidentemente se recomienda que cortes profundos solo se hagan cuando se tiene la experiencia necesaria. En ese sentido también intentar que los cortes no se crucen pues cada uno tiene distinta profundidad y puede provocar una herida mas complicada.
En todos los casos es importantisimo desinfectar el área en el que se va a trabajar, así como los instrumentos, obviamente. tener a la mano gasas esterilizadas. No es recomendable ingerir la sangre. Estos son algunos consejos muy básicos y generales sobre uno de los juegos que suelen generar mas fantasías en el mundo BDMS ¿Qué otros conocen ustedes?
sábado, 18 de noviembre de 2017
Kinoko Hajime New traditional Shibari Show 2016/09/03 Department H
Kinoko Hajime es para mi opinión uno de los artistas mas grandes de Shibari. Un artista en toda la extensión de la palabra. A su maestría técnica y conocimiento de los fundamentos tradicionales del Shibari, la combina con elementos estéticos de vanguardia como juegos de luces, efectos técnicos y musicalización creando algo totalmente personal y único. Como buen artista estas aportaciones son polémicas. Hay quien desde una mirada totalmente tradicional es renuente a esta visión de Kinoko. Hay otras personas como yo, que sin duda creemos que enriquece este bello arte sin pervertir sus raíces. El arte tiene esto. Un artística que no crea polémica puede que no esté trascendiendo.
Kinoko Hajime expone, replantea y construye una visión tan personal, donde de una forma tan sutil lo tradicional se funde con elementos de ruptura y vanguardia. Uno de los mas grandes por este motivo, sin duda.
Nina Russ & Serena Perfetto at Ritual Bondage Night Rome 2017
Nina Russ es sin duda una de las mejores artistas de shibari. Siempre he sido gran admirador de su trabajo. Pero este es uno de los performances en el que se muestra su sensibilidad artística con mayor brillo. Una de las cosas que creo que los hombres tenemos que aprender de riggers como Nina Russ o Mirva Akai Hana es esa dulzura combinada con fortaleza con la que van acariciando a sus modelos durante el performance. En ese sentido, no solo su maestría técnica se muestra, sino que ésta es solo la plataforma para la expresión estética capaz de construir y transmitir emociones no solo a su modelo, sino a nosotros como espectadores. La música, la iluminación y por supuesto, la actitud de su modelo, terminan por configurar esa atmósfera onírica que termina por erigir una obra de arte.
viernes, 9 de junio de 2017
Cómo leer a Sade
El marqués de Sade es un autor
mucho más complejo y sugerente que un simple escritor de fantasías
sádico-sexuales. Pero para entender esto hay que sumergirnos en su contexto, en
su obra y en su biografía. Sade, aunque noble, fue participante de la
revolución. Más aún, su propio espíritu plasmado en sus obras nos deja ver a
una persona de naturaleza rebelde hasta la raíz. Ateo, y de un espíritu incluso
moderno, confía más en la ciencia y en la naturaleza que en la superstición religiosa.
Así pues, la primera pista para una lectura del Marqués de Sade es entender su
espíritu revolucionario.
Con su obra, Sade nos deja
observar verdades intuidas pero no reveladas. Manejada con poca discreción,
podemos entrever que la élite social tiene sus “propias” ideas, valores y
preceptos de acuerdo a su “estilo de vida” tan distinto del vulgo. De esta
manera, no solo podemos hablar de una sociedad con una doble moral, sino que
incluso, esa doble moral es producto de una distinta educación según la
cuna de donde provenga cada individuo. Mientras que las masas son “esclavizadas”
moralmente por una ética religiosa culposa e inquisitiva. Los grupos
privilegiados como el alto clero, el ejército y la nobleza (mundos en los que
crece, vive y por ende, conoció bien Sade) tienen una educación paralela donde
una moral permisiva los guía a complacer y saciar únicamente sus apetitos
personales sin ningún tipo de consideración por los demás. Esta doble educación
es la que desprecia a una religión que condena, persigue y reprime al ser
humano hasta los rincones más íntimos de su ser y su sexualidad. El individuo
así, es extirpado de toda voluntad auténtica y es reprimido por la auto-condena
más severa y cruel. Sin embargo, para la élite es todo lo contrario. El camino
que se enseña es el de procurar la expansión de mi ser en la satisfacción de
todo tipo de apetitos. Es el ser sin límite expandido hasta la locura psicópata
que no encuentra saciedad ni límite. Como no encuentra la mínima empatía con
los demás.
Las referencias de Sade a este
tipo de vida y moral por parte de la aristocracia, el alto clero y la cúpula
del ejército, no deberíamos de limitarla simplemente a la mera fantasía
personal del autor. Sobre todo si recordamos la licenciosa vida de los
emperadores, patricios y capitanes romanos. Basta con mencionar a la dinastía
julio-claudia para encontrar antecedentes directos del comportamiento de los
personajes de Sade. De tal suerte que, no es absurdo el pensar que tal
comportamiento se pudo haber seguido hasta las cortes europeas que son herederas
directas del imperio romano. Pero el desenfreno de los emperadores
romanos no es, de ninguna forma, el único antecedente de esta moral libertina y
sádica, pues en el mismo vaticano encontramos numerosos casos de cardenales,
incluidos los papas, cuya vida licenciosa escandalizó hasta el extremo a una
sociedad romana acostumbrada a todo tipo de excesos. Al grado de que arrastrar
el cuerpo del Papa Juan XIV por los horrores y escándalos que cometió en vida.
Ahora bien, bajo los supuestos anteriores es que nos preguntamos qué quería reflejar verdaderamente Sade en sus personajes. Sobretodo en aquellos que pertenecen al alto clero, al ejército o a la nobleza y cuya existencia está totalmente entregada a satisfacer su placer.
Tendríamos que subrayar la intención pedagógica en la obra sadeana, que en algunos casos puede ser intuida e implícita como en el caso de Justine o Juliette, o en algunos otros puede ser mas explícita como en la Filosofía de tocador. De manera personal creo que Sade tiene esa firme intención en su obra de, no solo denunciar la doble moral de la sociedad, sino de "re-educar" a sus lectores para abandonar la moral judeo-cristiana castrante, culposa y cercenadora de todo verdadero brillo en el ser humano. En este sentido podemos marcarlo como un antecedente de la crítica nietzscheana también a la moral judeo-cristiana y su propia propuesta moral a partir de la tragedia. Ciertamente, el alcance intelectual de los escritos de Sade son pocos si los comparamos con el trabajo de Nietzsche; Sin embargo, la claridad intelectual hacia el rechazo a la moral judeo-cristiana y la educación vulgar, es algo muy patente.
Si Sade tiene una intención mas o menos pedagógica en su obra, ¿cuál es el mensaje que quiere transmitir? ¿Cuáles son las ideas, valores éticos y estéticos, sobre los cuales desea re-fundar a los seres humanos? Siguiendo el paralelo con Nietzsche, encontramos en Sade una suerte de aristocracia espiritual (espiritual no en el sentido religioso, sino en el sentido de actitud e incluso capacidades intelectuales). Dicha aristocracia se conforma por quienes son capaces de abandonar esa moral castrante, esa moral diseñada para la sumisión y la culpa, y pueden abrazar una moral vital, que cae en los excesos propios de la psicopatía.
Ahora bien, bajo los supuestos anteriores es que nos preguntamos qué quería reflejar verdaderamente Sade en sus personajes. Sobretodo en aquellos que pertenecen al alto clero, al ejército o a la nobleza y cuya existencia está totalmente entregada a satisfacer su placer.
Tendríamos que subrayar la intención pedagógica en la obra sadeana, que en algunos casos puede ser intuida e implícita como en el caso de Justine o Juliette, o en algunos otros puede ser mas explícita como en la Filosofía de tocador. De manera personal creo que Sade tiene esa firme intención en su obra de, no solo denunciar la doble moral de la sociedad, sino de "re-educar" a sus lectores para abandonar la moral judeo-cristiana castrante, culposa y cercenadora de todo verdadero brillo en el ser humano. En este sentido podemos marcarlo como un antecedente de la crítica nietzscheana también a la moral judeo-cristiana y su propia propuesta moral a partir de la tragedia. Ciertamente, el alcance intelectual de los escritos de Sade son pocos si los comparamos con el trabajo de Nietzsche; Sin embargo, la claridad intelectual hacia el rechazo a la moral judeo-cristiana y la educación vulgar, es algo muy patente.
Si Sade tiene una intención mas o menos pedagógica en su obra, ¿cuál es el mensaje que quiere transmitir? ¿Cuáles son las ideas, valores éticos y estéticos, sobre los cuales desea re-fundar a los seres humanos? Siguiendo el paralelo con Nietzsche, encontramos en Sade una suerte de aristocracia espiritual (espiritual no en el sentido religioso, sino en el sentido de actitud e incluso capacidades intelectuales). Dicha aristocracia se conforma por quienes son capaces de abandonar esa moral castrante, esa moral diseñada para la sumisión y la culpa, y pueden abrazar una moral vital, que cae en los excesos propios de la psicopatía.
De tal suerte que en Sade podemos
encontrar todo, menos ficción a nuestro parecer. Efectivamente, la plebe y la
nobleza tenían vida muy distinta y, por tanto, su educación y sus ideas debían
ser distintas. Ciertamente, en las altas esferas del poder social y político la
influencia de la iglesia era y es muy poderosa. Pero no debió de resultar falso
que en la intimidad “educaran” a sus propios vástagos según su opulencia y
excesos, de manera que hubiera una moral que justificara lo que comúnmente
sería condenado por las ideas vulgares (para el vulgo, la masa) de la iglesia
católica-romana.
LA DOMINACIÓN BDSM COMO ARTE
¿Qué significa para mí dominar en
el contexto BDSM? ¿Qué espero de este rol? En este texto, únicamente hablo de mi
experiencia y mis propias expectativas, sin que pretenda en ningún
modo ser un texto didáctico, o que de alguna manera dicte qué y cómo deben
comportarse los demás. Para mí, el BDSM, al igual que otras artes, es un camino
de búsqueda muy personal, donde no todos encontramos lo mismo porque no todos
buscamos ni caminamos los mismos lugares. De ahí que la interpretación de cada
quien para mi es igual de respetuosa y válida, según sólo la autenticidad y
compromiso que cada uno hace consigo mismo. Así pues, sólo comparto mi camino y mis
encuentros, mis hallazgos.
Así pues, para mí, dominar en el
ámbito BDSM es algo cercano a un artista, a un músico o un escultor más
concretamente, puesto que tu pareja pone en tus manos su sumisión para algo,
por algo. Nadie adopta un rol sumiso desinteresadamente. De igual forma, nadie
toma un rol dominante sin ningún interés. Es obvio que ambos buscamos algo,
fundamentalmente placer. El placer, que puede ser interpretado desde muy
distintas formas, evidentemente, pero que a final de cuentas se resume en algo
que nos conforta, que nos hace sentir gozo e incluso felicidad. De ahí que se
da una relación dialéctica entre sumisa y amo (o sumiso y ama y las variantes más
diversas en que exista un intercambio de poder). El sumiso obtiene placer al
someterse a su amo. Al obedecerle y complacerle. Pero de igual forma, el amo
busca justamente producir ese placer en su sometida o sometido. No se golpea en
contra de la voluntad de la persona, sino porque sabemos justamente que eso le
da placer a nuestra pareja. En ese sentido, no buscamos como dominantes, al
menos no yo, hacer un daño o producir un dolor sin otro objetivo que el dolor
mismo. No. Lo que se busca es generar en nuestra sumisa un mar de sensaciones,
emociones y hasta de experiencias que le permitan llegar no solo al gozo sino a
la felicidad y, por qué no, a la liberación. Liberación del líbido, pero
también, liberación del deseo en su sentido más espiritual, psicológico y hasta
estético.
Tener una sumisa en mis manos,
independientemente de las técnicas que utilice, significa que me han depositado
su voluntad, sus deseos y fantasías, para que yo produzca justamente una
experiencia en esa persona. Una experiencia desde el roce de su piel, su
cabello, hasta el éxtasis más frenético y más profundo, o la entrega más
absoluta en un momento muy cercano a la devoción.
George Bataille nos habla en “Las
lágrimas de eros” cómo la pulsión erótica y la pulsión de muerte pueden llegar
en un momento dado a fundirse para provocar una experiencia ciertamente mística
y liberadora. No solo de los tabúes personales, sino incluso en un sentido más
profundo, de nuestro propio ser, revelándonos ciertas verdades místicas reservadas
en los antiguos cultos mistéricos, por ejemplo. Y es, en ese sentido, que mi
papel como dominante es conducir a mi sumisa a dicha revelación, a dicho
encuentro. En un camino que, por supuesto, no es personal sino en conjunto. De
tal suerte que se dé la dialéctica de la que hablaba arriba, su placer es mi
placer y viceversa. Su liberación es la mía. Puesto que el camino que recorremos,
independientemente del rol que cumplamos, es el mismo, son las dos caras de la
misma moneda.
Así pues, no domino sobre la
nada, sino a partir y con una persona real, concreta, que tiene miedos y
fantasías personales, que debo entender y descubrir, para producir esas
sensaciones y experiencias que busco. Y en ese sentido es que se convierte en “la
materia moldeable” para que como una escultura, se libere la figura que está en
el fondo de la roca. Y así como el músico verdadero entiende que ningún
instrumento es igual a otro, aunque parezcan los mismos, me esmero en entender
quién y cómo es la mujer que tengo en mis manos. Qué pasa si toco tal punto,
qué tipo de sonido produce, qué tipo de nota sale de su ser. Qué tipo de música
tiene en su interior y hasta dónde puede llegar. Pero de igual manera que el
músico, al tocar su instrumento, al ejecutar su sinfonía, él mismo se está
liberando en este proceso. Él mismo está viviendo su propio camino de
sublimación, placer y liberación espiritual, estética y psicológica, como
habíamos dicho antes.
Es en ese sentido que
personalmente entiendo la dominación BDSM como un arte, como una acción
encaminada no sólo a producir un placer sexual, sino erótico. Algo que
comprometa lo más profundo de nuestro ser. Un camino de encuentro y liberación
conjunta.
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